El Frisón
El frisón (también llamados frisian o friesian) es una raza de caballo procedente de la región de Frisia de los Países Bajos.
1. Características:
Las crines de la cola y del cuello son muy espesas y abundantes, a veces pueden o no estar ambas trenzadas o algo onduladas. De la cabeza podemos decir que es bastante larga y está provista de orejas pequeñas, que siempre están erguidas y elegantes, características de su gran docilidad y excelente temperamento. En cuanto al carácter, son muy tranquilos y tienen mucha presencia, por lo que lo convierten en un animal perfecto para el tiro (véase caballo de tiro). También ha sido empleado en el circo a consecuencia de su pelaje negro, su majestuosidad y su talla impresionante. Antiguamente fue el caballo de guerra de los alemanes, el cual ha ido mejorando mediante diversos cruces, en especial con los caballos andaluces. Los países donde el caballo frisón es más apreciado son Holanda y Bélgica. Los caballos frisones son siempre negros como el azabache o en algunos casos, castaños oscuros. No se permite ningún tipo de manchas, con una gran abundancia de pelo en las patas. Miden de 1'65 m a 1'75 m a la cruz.
2. Disciplinas:
El caballo frisón se puede ver con frecuencia en exhibiciones ecuestres, entre los calares de una calesa frisona se distingue la tradición y una magnífica reputación como caballo de aprendizaje en las escuelas superiores de equitación. El caballo frisón cautiva nuestra mirada durante el trote a causa de su alto juego de la rodilla y de la cabeza. Se suele usar en competiciones de doma clásica, debido a su imponente aspecto y su movimiento, además de su gran agilidad y facilidades de aprendizaje en bailes que le puedan enseñar.
3. Historia:
La historia de la ganadería del caballo Frisón es apasionante y únicamente se entiende conociendo el fuerte carácter propio de los habitantes de Friesland, que permanecieron fieles a su raza de caballos durante los tiempos muy difíciles, mientras que otras razas autóctonas, en varias de las demás provincias, se perdieron a causa de la cruza impulsiva y desordenada, incluso con ejemplares ajenos a su sangres. Es así como, esta antigua raza caballar Frisona, es la única de origen Neerlandés, autóctona y que aun sobrevive.
Un hombre Frisón se caracteriza por la sobriedad y por estar acostumbrado a sobrevivir bajo circunstancias difíciles.
Probablemente, estos ejemplares y otras razas existentes en Europa, fueron cruzados con caballos Árabes y Españoles durante las Cruzadas, y posteriormente durante la guerra de los 80 años. La morfología actual de la raza que cuenta con una cabeza de cara convexa, un cuello erguido y una elevación distintiva en el trote, comprueban tal suposición.
Al final del Siglo XIX, en la provincia de Friesland, este caballo fue símbolo de riqueza e importancia entre los granjeros, quienes lo utilizaban los domingos para ir a la iglesia en su "Sjees", un enganche típico de la región y que es tirado por dos caballos Frisones. Se disfrutaba también del montar a estos caballos a pelo, únicamente cubiertos con una pequeña manta de color naranja, en carreras de corta distancia para trotones. En esa época la Raza Frisona produjo algunos trotones famosos. Seguramente, fue en ese tiempo que se llegó a utilizar al caballo Frisón en las ganaderías Rusas de caballos trotones "Orlov"" y en las ganaderías de trotones Americanos que se encontraban en auge.
Al final del siglo anterior y al principio del presente Siglo, da inicio una etapa muy difícil para el caballo Frisón. En este tiempo, los Frisones tuvieron que competir con las razas pesadas del tipo del caballo autóctono de la Provincia de Groningen (Países Bajos) o de Oldenburg (Alemania). Esta competencia tuvo resultados casi fatales para la raza Frisona.
Además del paseo hacia la iglesia los domingos y de alguna diversión ocasional, estaba también el trabajo arduo que se realizaba en las granjas, donde este caballo con sangre noble, al que irónicamente se le llamaba “El señorito con talento para bailar", quedaba en desventaja, pues carecía de aptitudes para realizar tan difíciles tareas. Muchos de los granjeros optaron por los caballos de sangre fría de la llamada "Bovenlander", y que específicamente eran criados para este tipo de trabajo tan duro, o cruzaban sus caballos Frisones con razas más pesadas. Esta evolución casi causó la desaparición del la raza Frisona.
Por fortuna, se presentó un factor nuevo para salvar al caballo Frisón y que fue la influencia de una economía próspera. Con esto, se aumentaron las posibilidades de dedicar tiempo y dinero al ocio, y así se presentaban nuevas oportunidades para el caballo Frisón – ser utilizado para fines recreativos. Esta raza mostró ser idónea en todo tipo de enganches, y además comprobó su disposición favorable en la Doma Clásica. Especialmente, sobresalieron las aptitudes del caballo Frisón como caballo de espectáculo.
Imagen: caballo montado en doma clásica
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